sábado, 26 de julio de 2014

Trigueño


Cantando el corazón 
la melodía que parte 
del brillo de las estrellas, 
me renuevo 
ante la adversidad 
de una completa sonrisa 
y a lo lejos 
describo una pequeña cara de niña 
con ese peculiar mirar 
que corteja a su trigueño. 

Es inevitable 
no darse cuenta 
de lo que ella alguna vez soñó 
y lo tiene frente a sus ojos. 

Todas las noches 
lo describe perfectamente 
a la luna, 
la escuchan con tanta atención 
que saben cada detalle de su rostro, 
dice con voz encantadora 

–Él, mi ángel que cuida cada uno de mis pasos con atención y amor-   

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